Conociendo el poder sanador del sonido, inicié este año participando de un taller de creación de cantos medicina, que me ha llevado a recapitular acerca de mi vida. En ese proceso ha estado resonando en mi mente la frase “ve a recoger tus huesos”, que recuerdo haber leído hace varios años en el libro Mujeres que corren con los lobos de la autora Clarissa Pinkola Estés- y un breve repaso me recuerda que ese es precisamente el “consejo psicoanalítico” que la autora nos deja a sus lectores.
Y es que es justamente “recoger mis huesos”, lo que he estado haciendo en los últimos años. Y ello ha significado, primero: Darme cuenta de que no estaba completa, pues muchas de mis partes se habían quedado atrapadas en situaciones traumáticas de otros tiempos (-léase otras vidas-); segundo: Comprender las limitaciones que esto me ocasionaba y tercero: Una vez conocida la situación, emprender el camino para ubicar mis partes, desenterrarlas y traerlas de vuelta.
Dada la profundidad de lo enterrado, en mi caso el trabajo interior ha sido arduo y me ha llevado a conocer y hacer uso de diversas herramientas; a pesar de lo complejo, es maravilloso apreciar todos los encuentros de almas que ha significado, las comprensiones que me ha inspirado y las capacidades que he recobrado.
Y Tú: ¿Estás dispuesta a ir por tus huesos?
Envíame un mensaje. Con gusto te acompaño…