¿Qué tan abierta/o estás a escuchar?
Recuerdo que, en mi época de empresaria, uno de los principales conflictos que se presentaba estaba relacionado con el tema del no cumplimiento de los pedidos; pero no precisamente los pedidos de compras sino de aquellas solicitudes que los jefes de proceso les hacían a sus colaboradores. Y casi siempre el tema de fondo era una falla en la comunicación: El pedido no fue claro y/o el receptor no entendió…
Por otro lado, parece que andamos con un filtro, que nos permite escuchar solo lo que queremos escuchar y desechar lo que no nos gusta o no está acorde con nuestras creencias, con lo que previamente hemos establecido como válido.
Tanto en la empresa como en otros espacios de la vida, en unos momentos hacemos pedidos y en otros momentos recibimos pedidos; incluso cuando expresamos una intención o un deseo…
Y aquí el tema central no es sólo que el requerimiento sea expresado de manera clara sino también que estemos atentos para escuchar la respuesta. Y sería importante que nos preguntáramos:
¿Cuántas veces me ha llegado la respuesta y no he estado atenta/atento a escucharla?
Y es que parece que la ocupada rutina diaria nos ha hecho perder la sensibilidad: Pasamos sin observar, sin escuchar y cada vez estamos menos acostumbrados a detectar sabores, percibir olores, texturas, cambios de temperatura, etc., como si estuviéramos perdiendo los sentidos.
El proceso de AUTOCONOCIMIENTO, nos invita a detenernos un momento cada día para observar, para escuchar, para prestar atención a las señales, para sentir las sensaciones…
Y ese -sentir las sensaciones- nos permite reconectar con nuestro verdadero Ser…
¿Te gustaría empezar a reconectar con tu sensibilidad?
Te acompaño en tu proceso, con prácticas y herramientas de autoconocimiento, incluidas técnicas de alta tecnología del ser, nuevas en estos tiempos, pero ampliamente usadas por las más sabias culturas ancestrales.
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Me alegrará leerte.
¡Te honro y te celebro!