Cuando estás en Resistencia...

Seguramente te ha ocurrido que, aunque conscientemente sientes que es momento de moverte de lugar, algo dentro de ti se resiste a tomar acción. Y es a ese “algo” a quien quiero referirme.

Comúnmente se le llama “Resistencia al cambio” y se dice que ocurre porque preferimos quedarnos en nuestra zona de comodidad en lugar de invertir la energía que se requiere para experimentar lo nuevo; pero hoy quiero compartirte otra mirada.

En mi experiencia he encontrado que, cuando padecemos situaciones traumáticas, se quedan allí atrapadas “partes de nuestro ser”, que dadas las circunstancias suelen cargar con unos programas muy limitantes. Y cuando estos traumas no han sido tratados, se asientan en la mente inconsciente y allí permanecen generando caos sin razón aparente. Ese es el origen de un tipo de resistencia. Esa “parte del ser” es la que se resiste.

Y ¿Porqué se resiste?

La RAE define el trauma como “Un choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente”. Y si llevamos esa definición a la “parte de nuestro ser” atrapada, podremos concebirla como una parte de nosotros que ha sufrido una lesión grave y que por esa razón no entiende y, como dice la canción, se ha vuelto ciega, sorda y muda; en otras palabras, ha apagado su luz.

Y ¿Qué necesitará de nosotros esa “parte de nuestro ser” atrapada?

Te aseguro que se sentirá muy reconfortada si le hablas de manera amorosa y la guías para que pueda salir de su encierro y, de paso, ayudarte a fluir.

Además de las experiencias traumáticas que hayamos podido experimentar en esta existencia, muchos humanos traemos activadas memorias inconscientes de traumas ocurridos vidas atrás; por ello, la próxima vez que te sientas en resistencia, es sano que consideres buscar la parte de ti que se quedó atorada en algún lugar. Seguramente está gritando para que la encuentres.

Y tu ¿Has sentido alguna vez una resistencia que consideras puede ser de este tipo?

Cuéntame tu experiencia. Me encantará leerte…