Arbol de Problemas

De las herramientas que aprendí en mis años de universidad, una de las que más me gustó por su aplicabilidad en la práctica fue el análisis de causa raíz ó árbol de problemas, que era uno de los temas que se enseñaban en la materia de control de calidad.

La usé inicialmente en la empresa para el tratamiento de quejas y reclamos de clientes y me ha sido muy útil para el tratamiento de los problemas que aparecen en la vida, especialmente para aquellos que resultan muy perturbadores.

Siempre invité a mis colaboradores a usar esta herramienta para encontrar y solucionar las causas de fondo ante los diferentes retos que se presentaban en la empresa y también acudí a ella cuando se exteriorizó un tema relativo a mi salud. Los médicos que consulté inicialmente me ofrecieron opciones rápidas del tipo erradicación de los efectos, pero yo elegí ir por el camino alternativo que, aunque mucho más largo, resultó muy edificante y revelador.

Y es que a menudo se nos olvida que en la naturaleza están las respuestas a las dificultades que experimentamos como humanos.

Al igual que un árbol, si nuestras raíces están fuertes y bien nutridas, creceremos sanos y daremos buenos frutos que podremos compartir con los demás seres. Y, de manera similar, árboles con raíces débiles y mal nutridas están condenados a enfermar y a morir antes de tiempo. Así que la invitación es a volver la mirada a nuestras raíces; revisar qué tan sanas están y reparar lo que haya que reparar, pues solo de esa manera podremos tener frutos buenos para entregar al mundo.

¿Y tú?. ¿Sabes qué tan sanas están tus raíces?

Con gusto te acompaño en el viaje al interior de tus raíces para que te entrenes en el proceso de descubrir y reparar todo aquello que te perturba.

Envíame un mensaje para que conversemos…